La razón de existir de las empresas del sector fintech es la desintermediación financiera, mediante la aplicación de la tecnología a diversas necesidades que demanda el mundo de las finanzas, sustentadas en los principios de la economía colaborativa o sharing economy.
Si bien su entrada disruptiva en el mercado no alcanza más de cinco años, son ya elevadas las cifras de crecimiento e inversión en el sector. Sus servicios dan impulso a la actividad económico-financiera de muchas empresas, en especial de las PYMEs. La actividad que puedan desarrollar en países como España, donde el tejido empresarial está formado casi en su totalidad por pequeñas y medianas empresas, es y puede seguir siendo vital para el crecimiento de la economía.
Compartimos dos informes que nos han parecido significativos para estar al día de la situación y previsiones del sector fintech, y su aportación a la actividad económica y financiera.
Informe de la consultora Accenture de 2016: «Fintech and the evolving landscape»
Estudia las tendencias del sector a nivel internacional. La información y conclusiones más generales son las siguientes:
El sector fintech sigue creciendo. En 2015 la inversión se cifró en 22.300 millones de dólares y en «5.300 millones de dólares sólo en el primer trimestre de 2016, lo que supone un aumento del 67% con respecto al mismo período del año anterior».
Otro dato del análisis es que aumenta inversión en fintech con un enfoque colaborativo, hasta el 44% de la inversión total; es decir, las que crean nuevas soluciones que ayudan a la innovación y transformación digital del sector financiero. Van ganando terreno a las fintech competidoras con productos o servicios financieros alternativos a los de la banca.
El informe desglosa las cifras y tipo de inversión, en diferentes zonas del mundo y resalta el aumento de grandes operaciones. Así, en 2015, hubo 94 grandes operaciones, en comparación con las 52 de 2014 y las 15 de 2013.
Informe de la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC) de 2016: «Cómo FinTech está redefiniendo el sector financiero»
Se ha realizado a partir de 544 entrevistas con directivos del sector -consejeros delegados, responsables de innovación y responsables de sistemas (CIOs)-, en todo el mundo.
Uno de los resultados que arroja es que la actividad fintech puede asumir en los próximos cinco años el 23% del mercado actual de servicios financieros prestados por la banca. Las fintech entrevistadas elevan esa cifra al 33%
Las actividades que se transformarán más radicalmente serán la banca de consumo, el negocio de los medios de pago (como los pagos móviles o con tarjetas contacless) y los servicios relacionados con la gestión de activos y de patrimonios. El informe indica que «en 2020, más de 60% de los clientes del sector financiero tradicional, accederá a servicios a través de aplicaciones móviles, al menos una vez al mes».
Expone «el auge de Blockchain y su impacto futuro en el sector», aunque solo 15% de los encuestados asegura estar familiarizado con esta tecnología.
El estudio analiza el comportamiento de las entidades financieras tradicionales ante el fenómeno fintech con el resultado de que «solo un 32% de las entidades financieras encuestadas tiene en la actualidad algún tipo de acuerdo conjunto con empresas fintech y un 25% reconoce no tener relación alguna». La falta de una regulación de este sector emergente es uno de los principales obstáculos, pese a considerarlo como una oportunidad de diferenciarse y aumentar la eficiencia de sus servicios.
Al hilo de este último dato y centrándonos en España, encontramos solamente una normativa parcial: la Ley 5/2015, de 27 de abril de fomento de la financiación empresarial, que regula las plataformas de financiación participativa para actividades de crowdlending o préstamo P2B y el crowdequity. La Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) está promoviendo la edición de un Libro Blanco Regulatorio del sector.
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