Financiar capital circulante o capital de trabajo en operaciones de comercio internacional es un aspecto clave para la empresa exportadora, pues en las ventas al exterior asume riesgos más altos en las operaciones comerciales. La empresa puede contratar garantías bancarias para asegurar el cumplimiento de las obligaciones del contrato de compraventa.
Qué es financiar capital circulante o capital de trabajo
Financiar capital de trabajo para la exportación es, generalmente, una gestión para el corto plazo que permite a los exportadores comprar los bienes y servicios necesarios para poder realizar sus ventas de exportación. También pueden utilizar los fondos para financiar los saldos por cobrar de las ventas de exportación o de las cartas de crédito stand by utilizadas como garantías de cumplimiento o garantías de pago a compradores de otros países.
Es una de las formas de financiación la cadena de suministro (SCF), es decir, de coordinar el uso de los diferentes instrumentos de financiación del comercio, la entrega y recepción de los productos o servicios y los pagos.
Es cierto que la expansión a otros países puede aportar un crecimiento importante a la actividad de una empresa, pero es preciso hacer un estudio de mercado exterior que analice, entre otros aspectos, los riesgos de las operaciones. Riesgos que podrían afectar a las ventas previstas o provocar el impago de las facturas o efectos comerciales por el importador y, por lo tanto, limitar el nivel de capital de trabajo o circulante necesario para el éxito de las operaciones comerciales.
La financiación de capital circulante o capital de trabajo normalmente se encuentra asegurado por el exportador con garantías y le permite extender condiciones de cuenta abierta a la empresa importadora. Como ya explicamos, las operaciones que conllevan riesgos de tipo comercial más altos para el exportador (y, en consecuencia, los menores para el importador) son las transacciones de cuenta abierta; más aún en el caso de formalizar un contrato de consignación entre ambas empresas -socios de la cadena de suministro-.
Así mismo, la empresa exportadora debe valorar las condiciones exigidas por los bancos y el coste de obtener los fondos con los que financiar sus operaciones de venta, y comprobar cómo afectan al capital circulante. Quizá no pueda permitirse solicitarlos, al resultar un coste muy elevado. O encuentre también dificultades de acceso a préstamos si los bancos u otras instituciones financiadoras consideran que la actividad que desarrolla tiene un riesgo alto o no está lo suficientemente consolidada (si se trata de PYMEs), etc.
Modos de financiar capital circulante o capital de trabajo
Pueden diferir según los países, aunque los principales son:
- Como ya tratamos en otro post, la empresa puede contratar un seguro de crédito a la exportación para cubrir estos riesgos comerciales (además de otros como el riesgo país, cambios en la reglamentación de exportación o importación, riesgo de pérdidas por devaluación de la moneda, etc.).
- Préstamo bancario comercial. Puede tratarse de un préstamo para una transacción concreta (que suele ser por un año) o una línea de crédito revolvente (hasta tres años) para financiar múltiples operaciones de exportación. Suelen necesitar que el exportador adopte medidas para mitigar el riesgo, y están disponibles generalmente para empresas más grandes, estables desde el punto de vista financiero. O para las PYMEs que consigan importantes garantías personales, activos o cuentas de saldos por cobrar de alto valor; pueden necesitar, incluso, una garantía del gobierno.
- Programas de capital de trabajo para la exportación garantizados por el gobierno de un país, para préstamos o donaciones. Se dirigen a empresas exportadoras pequeñas y medianas en fase de expansión que no tienen acceso a la financiación. Por ejemplo, algunas de las líneas ICO.
- Factoring de exportación, por el que el exportador cede las facturas emitidas a una entidad financiera, a cambio del anticipo de las mismas. Como en otras soluciones de financiación vistas, interesa al exportador que vende en condiciones de cuenta abierta y quiere anular el riesgo de pérdidas crediticias o delegar el cobro a sus clientes.
- Forfaiting: es una fórmula de financiación a medio o largo plazo. La empresa exportadora vende al banco los efectos comerciales a cobrar (letras de cambio, pagarés, recibos) o instrumentos de pago negociables (cartas de crédito negociables en poder del exportador, por ejemplo) para descontarlos a tipo fijo, avalados por una institución financiera sin recurso contra el exportador en caso de impago. Se utiliza, sobre todo, en exportaciones a países emergentes o en vías de desarrollo (el riesgo país es alto) y cuando la empresa exportadora no pueda utilizar el sistema de crédito a la exportación de apoyo oficial o necesita complementarlo.
- Además del anticipo de facturas de exportación, el cobro anticipado de remesas de exportación o de cartas de crédito de exportación y anticipo de instrumentos de crédito (efectos, pagarés, etc.) sin consumir una línea de crédito bancaria. Todas estas modalidades pueden englobarse bajo la denominación «postfinanciación» o financiación de la operación una vez se ha realizado. También cabe la llamada «prefinanciación» para necesidades de liquidez de la empresa para cubrir los costes de fabricación de los bienes a exportar.
- Negociación de cartas de crédito transferibles (el exportador puede utilizarlas como medio de pago) e irrevocables (el importador no puede cancelarla antes del pago).
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