Como recordamos en el post donde hacíamos un breve repaso a la historia de la normativa en la lucha contra la morosidad, la Ley exige, en la actualidad, que una empresa pague las deudas a otra del sector privado antes de los 60 días naturales, con prohibición de pactar plazos mayores, y que el pago de las Administraciones Públicas a sus proveedores no sea superior a los 30 días.
Si bien es cierto que en 2016 el ratio de morosidad (% impagos respecto al total de facturación) de las empresas del sector privado disminuyó un 2,1%, quedándose en un 2,3%, es una lacra que está resultando difícil de combatir, en parte por la falta de un régimen sancionador (que penalice a las empresa a través de los impuestos) y, en mayor medida, por el miedo de las empresas a perder al cliente que no paga las deudas; además de que quieren evitar el coste y la burocracia de una reclamación judicial. Muchas empresas también desconocen el derecho que les otorga la Ley de Morosidad, al exigir al deudor el pago de los intereses e indemnización si superan el plazo máximo legal del pago de sus deudas. Para resolver este problema, y enfocado sobre todo a las PYMEs -las que mejor pagan y más sufren la morosidad en los pagos-, nace IciRed: una empresa que actualiza un fichero de morosidad inscrito en la AEPD con el fin de prevenir impagos y lograr el recobro de las deudas mediante un sistema de reclamación extrajudicial.
Extraemos ahora unos datos de interés sobre el comportamiento de pagos de las empresas del sector industrial realizado por la empresa INFORMA D&B –otro de los informes de esta empresa fue el protagonista del post sobre la actualidad del sector Fintech-. El Informe, con datos del segundo semestre de 2017, destaca el comportamiento del sector industrial español, tanto en la proporción de pagos puntuales a sus proveedores (que es del 54%, aventajando a la media del 53% del resto de empresas) como en el menor retraso en el pago respecto a los plazos pactados, que es de 10,18 días de media, por debajo de los 11,86 de la media de retraso de España. Los pagos a más de 60 días son el 4% del total en el sector de la industria y asciende al 5% en los demás sectores.
El número de empresas del sector representan el 6 % del total de empresas españolas. Dentro del mismo, el informe destaca los datos más significativos de las cinco ramas del mismo:
- Alimentación y bebidas supone algo más del 17 % del sector y aporta el 21 % de los ingresos.
- Química supone poco más del 4 % del sector y genera el 17 %. Las empresas de esta rama son las que mejor pagan, con 7,95 días de retraso medio, por debajo de la media del sector, y las que tienen un porcentaje más elevado de pagos puntuales: el 55 %. Un dato significativo es que la mayoría de las empresas son Sociedades Limitadas (casi el 44 %) y empresarios individuales (el 37 %).
- Elementos del transporte es la que más tarde paga las deudas de sus facturas: 12,76 días. Es también la que menos pagos puntales hace (un 36 % del total de pagos).
- Por tamaño, los plazos de pago más cortos en la industria vienen de las empresas pequeñas (8,97 días entre abril y junio), las medianas ascienden a 9,35, las grandes a 9,48 y las micro se elevan a 11,59 días. En todos los casos la media está por debajo de la media de España. Se confirma lo que explican los estudios e informes de diferentes instituciones acerca del comportamiento en los pagos de las empresas españolas: la PYME es el tipo de empresa que antes paga, con cualquiera de las formas de pago de facturas.
- Respecto a las CCAA españolas, Navarra es la que mejor se comporta, con una demora de sus empresas de 6,55 días, mientras que en Melilla, la que peor se comporta, es de 46,33 días. Comparado con el resto de países europeos, el sector industrial español es el segundo que menos se retrasa, tras los Países Bajos, donde se paga a 6,80 días.
Las empresas españolas tendrían que seguir el ejemplo del sector industrial, con más razón si se considera que, desde 2010, es el sector que antes paga las deudas, abarcando las diferentes formas de pago. Este comportamiento tendría que estar apoyado en una gestión eficiente del ciclo de conversión de efectivo, que consiga un periodo medio de cobro a clientes (DSO) inferior al periodo medio de pago a proveedores (DPO) y la posibilidad de acceder a nuevas fórmulas que ofrecen empresas fintech para la financiación del circulante.
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